La mujer, de 89 años de edad, había sido internada en la clínica Las Vegas, tras agravarse su enfermedad, según portavoces del centro médico.
Ella era una de las pocas personas que jamás dejó de defender al peor criminal de Colombia en el siglo pasado: al fin y al cabo, Pablo Escobar Gaviria era su hijo.
Pese a la historia criminal de su hijo, ella jamás dejó de considerar que fue víctima de una injusticia. Aún en los escenarios más críticos siempre sostuvo que Pablo era una persona religiosa y bondadosa.
Nicolás Escobar Urquijo, uno de sus nietos, dijo que Hermilda "penó 16 años un dolor que duele más que el dolor físico, que fue el dolor de sentimiento, dolor de corazón". Recordó que su abuela visitó su tumba a diario, en medio de la aflicción que le produjo la muerte de Pablo, en un enfrentamiento con la policía en Medellín.
Hace apenas tres años encabezó en el cementerio Jardines Montesacro una ceremonia de conmemoración de los 10 años del fallecimiento del jefe del Cartel de Medellín. Pablo fue el segundo de los seis hijos del matrimonio de Hermilda con Abel Escobar.
Esta mujer trabajó como profesora en zonas rurales de Antioquia. Un biógrafo del capo la describe como una persona ambiciosa, educada e inusualmente capaz para la época que le tocó vivir, además de ser una de las pocas personas que realmente influyó en Escobar.
Doña Hermilda se constituyó en benefactora de obras sociales del barrio que Pablo creó a finales de los ochenta y había luchado, sin suerte, porque la Arquidiócesis de Medellín reconociera la parroquia El Niño Jesús de Praga, construida con dineros de su hijo.
"Tengo dos camisas de Pablo y duermo con ellas debajo de la almohada. Yo no creía que era criminal ni lo he creído nunca. A mí nunca me avergüenza ser la mamá de Pablo", dijo alguna vez Hermilda Gaviria.
Escobar dominó el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos en los años ochenta y hasta su muerte el 2 de diciembre de 1993, tras ser abatido por un comando especial de las Fuerzas Armadas colombianas apoyado por autoridades estadounidenses.
Aquella noche, en las puertas de Medicina Legal de Medellín reinaba cierta confusión, pero una voz femenina fuerte y decidida se abrió paso: "Déjenme entrar que yo soy su madre". Era Hermilda Gaviria, que será sepultada hoy en el cementerio Jardines Montesacro, el mismo donde se encuentra sepultado Pablo.
Con información del diario HOY, AFP y AP
EL HIJO DE PABLO ESCOBAR Y SUS REVELACIONES:
Juan Pablo Escobar es un hombre que nació hace casi 40 años. Fue Juan Sebastián Marroquin hasta 2009 cuando decidió publicar un libro, escrito en primera persona, y confesar que, en realidad, era el hijo de Pablo Escobar Gaviria, el más "célebre" narcotraficante colombiano.
Habla sereno, usa un tono casi clerical para decir que entendió que la reconciliación con los familiares de aquellos a quien su padre mandó a matar es un camino de sanación. Asegura, también, que perdonó a los que se lanzaron a la búsqueda de su progenitor y que, según él, generaron el clima para que se suicidara. "Una cosa es perdonar. Otra, olvidar. Yo no olvido que mi propia abuela lo entregó a su hijo", afirma.
Juan Pablo habla de su padre con admiración, pero no por su actividad de narcotraficante que aborrece. "Admiro a Pablo, mi papá, el que me educó. No a Escobar, el mafioso", afirma. Dice que a los 8 años, Escobar Gaviria le mostró todas drogas que había en aquel momento y le dijo: "Si te da curiosidad, prefiero que consumas conmigo y no en cualquier lado". Asegura que nunca mató a nadie y que, de haber querido, podría haber sido el sucesor del hombre fuerte del cártel de Medellín.
Cuenta, por primera vez, cómo fueron las últimas 72 horas de su padre, cómo se obtuvo la famosa foto en la que se lo ve a Escobar al lado del cargamento de cocaína que probaba su actividad y de la vida de lujo y de tortura de "El patrón del mal".